¡Desesperado! Así se advierte a Luis Fernando Salazar Fernández, que »atorado» en la meta de salida en donde permanece, porque el denostado, no da marcha atrás a su decisión de cancelar su registro como aspirante a la alcaldía de Torreón, debido a que como ya saben, él o su partido, en el que es militante de nuevo cuño, nomas no presentó en tiempo y forma los gastos de precampaña realizada por el susodicho, motivo por el cual, otros 28 colegas a igual número de cargos públicos, bajo las siglas de tal organización partidista, entre los que se encuentra otra coahuilense mas y otro conocido de estos, Iván Pérez Negrón, cuyo paso golondrino por el priismo de Coahuila, le dejó sólida experiencia para arribar a Michoacán, su estado de origen ya bajo las siglas de MORENA a ser tesorero del municipio de Morelia. Como tal grupo dos aspirantes a candidatos a Gobernadores han quedado en el limbo, hasta en tanto el litigio que mantienen con el INE y ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resuelva en definitiva este tema, por el cual, por cierto, el INE ha dictaminado ya su negativa en dos ocasiones, la ultima, hace solo dos días.
En tanto, el pasado que siempre nos alcanza, por mas cuidadoso entierro u olvido en el que queremos ubicarlo, anda por ahí ya circulando, haciendo pública la trayectoria de Luis Fernando y su voracidad, bueno, digamos que su emprendedurismo del que hizo gala desde que ingresó a las filas del Partido Acción Nacional, allá por los albores del presente siglo de mano de su madre, Carmiña Fernandez que le garantizó entre la generación política de la que formó parte, rapidísimo escalamiento de los puestos y posiciones que lo llevaron primero al Congreso del Estado de Coahuila y luego al Senado de la República, sin dejar de pasar por las glorias de la burocracia, cuando figuró como Delegado de Desarrollo Social en Coahuila, durante el mandato de Felipe Calderón, fulgurante carrera para que poco o ningún compromiso serio y cierto ha tenido ni con los torreoneses, y menos aun con los coahuilenses, sino mas bien con la élite del panismo nacional en sus tiempos de gloria, condición que no le dio la templanza necesaria para resistir tiempos menos venturosos, como lo fueron cuando no alcanzó la esperada postulación al Gobierno de Coahuila, pues tal trofeo -sin gloria alguna, por cierto-, se lo llevó su compañero, jefe y entonces amigo Guillermo Anaya con los resultados conocidos, generando distancia entre ambos y mas aun, cuando sus sueños de alcanzar siquiera la postulación panista para la alcaldía de Torreón, se le fuera de las manos al reaparecer en la escena Jorge Zermeño Infante y de ahí, optó por dar auténtico salto mortal, al dinamitar todos sus puentes con el PAN y se fue con sus bártulos a MORENA y treparse, literal y figuradamente, a la cabeza del extraviado líder nacional, que aun no sabe la alimaña que se echó al cuello.
Hoy vaya que le urge a Luis Fernando alcanzar un cargo de elección popular que le ayude a ganar, a recuperar así sea solo tiempo suficiente para evadir los costos de sus singulares relaciones político-económicas gestadas en los tiempos de la alternancia en este país. Entre las que figuran sus exhibidas relaciones con sujetos en la picota, como lo son hoy los actuales gobernadores de Tamaulipas y Queretaro, los del hoy también ex Gobernador Padrés, y sobre todo, con el grupo de ex Senadores panistas que encabeza el hoy preso José Luis Lavalle, pero mas aun con el ex Secretario de Felipe Calderon Hinojosa, Roberto Gil Zuarth Hinojosa, quien ya tiene a la UIF sobre sus espaldas, y de quien Luis Fernando Salazar Fernández aparece como socio en la empresa Casa Santa Clara S.P.R. de R.L.
Y en ese pasado »deslumbrante» también se recuerda que en la gestión del locuaz Vicente Fox, nuestro paisano Salazar Fernández se exhibía ante propios y extraños, narcisista como es, la pulserita que lucia en una de sus muñecas, que lo identificaba como uno mas de los deudos políticos, del trágicamente desaparecido Juan Camilo Mouriño, muerte que dejó una larga estela de viudas, similar a la que se gestó tras la tragedia de Luis Donaldo Colossio en su momento.
Peeero la larga cola de negocios a los que son proclives algunos personajes del panismo local, se advierten, cuando el hoy diputado suplente de Luis Fernando Salazar, que dejó inconcluso en el V Distrito Electoral de Coahuila, figura el también, hoy Magistrado del Poder Judicial de Coahuila con licencia, al menos hasta el 31 de agosto del presente y designado para ello, junto con dos personaajes mas en sesión secreta que tuvo lugar, allá a finales del año 2018, licenciado Ulises Hernández Torres, evitando con ello discusión alguna sobre su falta o muy precaria trayectoria en el Foro.
Hoy resulta que este personaje fungió o funge -vaya Usted a saber-, como representante legal de la empresa Ecoagua, sí, esa que sostiene prolongado litigio judicial contra el SIMAS-Torreón y que según versiones »ya le ganó» tal pleito cuya litis no es otra que la cancelación anticipada del contrato de concesión de la Planta Tratadora de Aguas Residuales, información que con expresión de arrobamiento angelical niega, afirmando »no haber sido notificado» el alcalde interino de Torreón, Licenciado Sergio Lara Galván que en campaña de su jefe no escuchará nada.
Y mucho menos dice ni siquiera pío, el Licenciado Alberto Romero Castañeda, o alguno de los integrantes del pomposo e inútil Consejo de Administración de la empresa paramunicipal, a quien se le autorizaron hace ya meses y mas meses, de inicio, un millón de pesos en efectivo y por adelantado, solo para »gastos» a quien se hizo cargo de la »defensa» del interés municipal, que no es otro que el de todos los habitantes de la ciudad de Torreón.
Y en marcha, la vacunacion de todo el personal que labora al servicio de la Secretaría de Educación Pública en Coahuila, sea en el ámbito público o particular ¡bien hecho!, pues se muestra que en coordinación entre Gobierno Estatal, Federación y municipio; sí es posible el avance en la aplicación del antígeno, pues tendrán destino cierto mas de 80 mil dosis en tiempo y forma planeada.
Ello pone en evidencia, la inexplicable cerrazón, o sin razón mas bien, de que hace gala el Presidente López Obrador, para segmentar su aplicación de vacuna anti-covid a toda persona que labore en el Sector Salud. Tal exclusión tendrá su costo, deje Usted, que vaya a ser solo de orden político, que lo tendrá sin duda, sino en un mayor costo de vidas humanas, así sea una sola, a quien se les cancela la oportunidad de vida a la que tienen todo derecho.
Y la mesa está servida, nueva polémica en marcha, el registro de datos biométricos de cada usuario o tenedor de un teléfono celular, cuya justificación la explican entre otros, al menos de manera pública otro chapulín, el inefable y oportunista paisano Ricardo Mejía Verdeja, desde el mando policiaco que la suerte le puso en mano.
Y en tanto a seguir cuidando la salud, la nuestra y la de todos, observando las medidas de prevención contra el Covid-19.