¡RIP! Extinto pues, el sistema judicial que se había establecido y ejercido en México, como uno de los tres Poderes que constituyeron así el Estado Mexicano a cargo de la impartición de justicia, fincado en la teoría clásica de Montesquieu, la fecha claro que resultará histórica, por sus resultados sobre todo, pues siembra incertidumbre generalizada no solo en el ámbito estricto de sus competencias, sino a toda la vida democrática de nuestro país. Construída difícilmente por todos los mexicanos a lo largo de su historia como país independiente, la jornada electoral, a lo largo de sus 10 horas a partir de la accidentada instalación de casillas, marcada en muchos casos por las dificultades creadas al no presentarse los ciudadanos asignados a presidirlas, en franca ausencia, cuando no huída de tal responsabilidad, y agravada, aun más, por lo exiguo de asistencia de la población a las urnas. Cifras conservadoras, externadas desde diversas fuentes, no dan mas allá del 10 al 15 % del padrón conformado por casi 100 millones de votantes con derecho a ello, anticipando que quienes resulten electos de las complejas listas integradas, será solo personajes más que débiles, enclenques pues, algunos quizás, hasta ilegítimos socialmente -conocidos sus antecedentes públicos-, para ejercer la delicada función de impartir justicia alguna, pues carecerán, de entrada, de la confianza de la población, al presumir la muerte de la independencia y la autonomía que debe singularizar a tal Poder, condición sine qua non, esa que se afirmó desde el régimen ahora vigente que el pueblo «clamó» y aprobó con su voto tal contenido, de la renovación del Poder Judicial, contenida dicen para justificarse y justificarla, en la propuesta electoral en el pasado proceso de elección presidencial de MORENA, durante la campaña para elegir a la ahora titular de la Presidencia de la República.
Los hechos y el porcentaje, que ya se anticipa de participación dicen lo contrario, desmienten tal argumento, y se tiene la sensación, de que tenemos ya, en el seno de la vida nacional, un «huevo de la serpiente» cuyos impactos son, de entrada, de pronóstico reservado, pues modifica a fondo al mismo régimen que lo crea. Otro tema, derivado lo constituye la patética actuación de la titular del Instituto Nacional Electoral Guadalupe Taddei, cabeza de la organización de la hoy desarticulada en la primera fase de elección del Poder Judicial, en 19 Entidades, pues la segunda tendrá lugar en el 2026, con el resto de las entidades del país, histórica, histérica, diríamos, porque en este día, en la reunión del Consejo general de este «órgano autónomo», se registró la presencia de elementos del ejército nacional, que ha hecho levantar la ceja, y crear obvia preocupación a muchos, en especial a los mas avispados dirigentes partidistas, de la falta obvia de información a la población sobre quien era quien de los candidatos «palomeados», dado lo escaso de tiempo y recursos permitidos para ello, la incertidumbre sobre el destino de las boletas votadas, y las sobrantes -que han de ser miles y miles-, su custodia, su conteo y sus resultados que no tengan tufillo alguno, visto una vez que en esta elección de un poder inédito en el país, la distribución de «acordeones», instructivo pues treta que es solo solo «creatividad de nuestro pueblo», dice oronda María Luisa Alcalde para inducir el voto a cualquier pasmado y más que desinformado ciudadano para elegir entre cientos de candidatos enlistados -26 impugnados por sus propios seleccionadores-, y con solo algunos 10 minutos para hacerlo ante la urna, amén de que «los resultados», serán conocidos en un termino estimado de ¡10 días!, tiempo más que suficiente para que nos receten, «una narrativa» especial del caso.
Y en tanto la resistencia, que se moviliza, que marcha, que sale a la calles, y se manifiesta en contra, en si no de la renovación del Poder Judicial, sino por el método aplicado, por la falta de confianza generada en su implementación, atropellada, cuyo resultado obvio, será también poco creíble, es decir, el régimen está perdiendo un factor indispensable para gobernar, y que no es otro que la confianza, elemento evanescente difícil de alcanzar siempre, más difícil aun recuperarla. Ahí entre los ciudadanos que optaron por marchar y no votar, y resistirse a participar en un proceso que desde sus perspectiva como una simulación, una farsa, se encuentra el germen de esperanza en que el país avance, en tan complejos caminos mejores escenarios para la vida de nuestros hijos, de nuestros nietos, y que se deje de lamentar, y mejor actuar como demócrata, y recordemos pues aquello «de no lloreís como mujer lo que no pudiste defender como hombre», inolvidable reprimenda que propinó al Sultán de Granada, a su hijo, el sultán cuando perdió tal plaza.
En este marco, más que envejecido y solo para echar porras a doña Claudia, reapareció en escena al controversial y ausente ex presidente Andrés Manuel López Obrador, no en Tabasco, sino en Chiapas, y empezó a hablar de nueva cuenta, empezó a hablar, quizás hasta se anime a hacerle competencia a Trump, su némesis y ya estará contando «su triunfo» consistente en obtener «la mayoría de una minoría».
Y en el vecino Estado Durango, cerrada la jornada electoral para elegir a sus 30 alcaldes en igual número de municipios, solo en Gómez Palacio, MORENA se había alzado con el triunfo, apenas concluida a las 18:00 horas las votaciones, a favor de una mujer llamada Betzabé, como se había anticipado algunas semanas previas, a través de insistente leyenda urbana de que «la plaza ya había sido entregada». Billetes, billetes y entrega total de los sindicatos de Sideapa y el que agrupa a los trabajadores municipales, amén de otros más que ya están en tal buchaca, de empresas privadas, organismos gremiales. Consumatum est…
En Lerdo, en cambio se aseguraba también a tales horas, de que la candidata, esposa del actual alcalde y bajo las siglas del PRI/PAN, había obtenido el triunfo, también cantado con anticipación. En Durango capital, donde se esperaba reñida competencia, al parecer avanzaba los números a favor del candidato de MORENA, en fin, ya se irán conociendo los resultados y sus impactos, sobre todo en lo que resta de gobierno a su Gobernador, que ha de estar cantando en estas horas, más que mal, las rancheras.
En Coahuila, llama la atención que fue hasta el día mismo de la elección que el Magistrado y aspirante a repetir en tal encargo, el Licenciado Miguel Mery Ayup se lanza sobre la forma y fondo del proceso renovatorio del Poder Judicial que alcanzó también son sus reglas, al estatal, la postura exhibida así tan tardíamente levantó de inmediato las suspicacias obvias: no obtuvo la votación deseada. En fin son muchos los intereses en juego y como dijo el César «la suerte ya esta echada».
Este mismo lunes se pone en marcha el registro de aspirante al ingreso a la Universidad Autónoma de Coahuila, en su versión de segunda vuelta, para ocupar al menos mil nuevos lugares a igual número de postulantes que pasen el examen de admisión correspondiente.
