Aquí Laguna.

¡Para Ripley!, el desencuentro casi boxístico, divulgado a nivel nacional por el canal oficial de la Cámara de  Senadores, protagonizado este dia, teniendo como telón de fondo, el alto tribunal del Poder Legislativo  amenizado, si esto puede decirse, por las notas de Himno Nacional, al termino del Segundo receso de la LXVI Legislatura, protagonizado por el inefable Gerardo Fernández Noroña y otro especímen político    Alejandro Moreno -Alito- cuando éste ultimo le reclamaba al primero el cancelar la Sesión y que tuvo como tema, la pretendida decisión de acusar a la Senadora Lily Téllez como traidora a la Patria, a los  que estaban asistiendo y dejarlo sin poder hacer uso de la palabra y ante tal argumento desatendido por  Fernández Noroña, acción que le provocó al «popular Noroña» algunos aventones y manotazos sobre su humanidad, que lo hizo tambalear y acción que tampoco distinguió destino cuando uno de los fotógrafos «oficiales» trató de captar a solo unos metros la inolvidable escena, solo para recibir un zape e irse de  bruces con todo y cámara, y ante un Gerardo Fernández que era sacado del lugar custodiado por algunos que se encontraban cerca, no haciendo mella en la determinación del bravo Alito por seguirle  huella. El bochornoso incidente, que refleja el denso clima que se registra en tal escenario, explica, pero no justifica tal desencuentro, pues demuestra que los argumentos se les acaban y con ello cualquier reto de civilidad política, a ambos «animales políticos» que dirimen diferencias a golpes ¡Lo que le faltaba al país!

Este incidente, hizo recordar, las manera como en Torreón, ayer mismo, durante la puesta en marcha de la Obra del PAR Vial Abastos-Independencia, y se pusiera en marcha en ceremonia encabezada por el Gobernador Manolo Jiménez Salinas, evento que registró un «prietito en el arroz», cuando rompiendo prevenciones, una mujer de nombre Araceli  López, con megáfono en mano interrumpió, con obvia intención de reventar el acto inauguratorio, pues se coló subprepticiamente ocultando el aparato citado,   ocultando su rostro, tras lentes oscuros y portando gorra sobre su cabeza, irrumpió la intervención del Licenciado Murra Maroquín, para reclamar «el ecocidio» como pomposamente califica el traslado de casi 100 árboles afectados en el trazo de la obra en cuestión y que se ubican en el Bulevar Independencia, reclamaba atención inmediata a su reclamo, que por cierto ya ha tenido, amén de que el grupo que dice  representar, tiene en marcha la solicitud de un Amparo y que en el trayecto de la socialización de la obra citada, se ha hecho ya con anterioridad de la obra citada.

La ruidosa  incursión, fue rechazada por la mayoría de los ahí presentes y más aun, cuando de manera cortes, el Gobernador Manolo Jiménez Salinas le ofreció su atención al termino del acto que estaba en proceso, acción que la defensora de la ecología urbana, lo rechazo con hechos, pues, volvió a la carga, siendo necesaria la intervención de la fuerza pública, para retirarla del lugar. Y una vez que otros actores habían tratado de intervenir sin resultados.   

Este incidente, restó sitio sin duda, al tema del mayor interés de los torreonenses en estos días, es decir, la puesta en marcha del Plan de Coordinación Institucional que en el municipio de Torreón y su administración ha puesto en marcha, el gobierno de Coahuila, expresado este, primero en la reconfiguración del equipo de trabajo que preside el Licenciado Román Alberto Cepeda González, y que se inició con el cambio o remoción del Contralor Eduardo Terrazas Ramos, hecho a un lado apenas el pasado martes y que hoy, en el colmo, pues al parecer «alguien no entiende que no entiende» es sustituído por el ahora ya casi  ¡ex  Tesorero Gerardo Luján Fernández!, decapitado, sustituido pues a partir de este mismo viernes, y a quien estará sustituyendo en el ejercicio de responsable del manejo de los recursos públicos, al C.P. Jiménez Levora, decisión que se ajusta al viejo truco conocido como «gatopardismo», es decir, que cambien, para que nada cambie, así como el cambio de una de las áreas por demás sensibles, es decir, la Secretaría del Ayuntamiento que queda a cargo del ex alcalde Eduardo Olmos Castro, sorpresivas también las inclusiones en estos cambios, en las personas de Guillermo Martínez Avila, como Director de Turismo, y menos aun, la inclusión de Marcelo Valdes Quintanilla, en la Dirección de Desarrollo Económico que sacará de circulación, por lo menos a Antonio Hernández y otro elemento más que cuyas funciones, como titular de Tránsito que de facto no desarrollaba, y ante las omisiones que en tal función estuvieran a cargo de Jesús Alberto García Campos ante el arribo, desde la ciudad  capital de Saltillo de la Licenciada Faz, se incluye sin duda Luis Morales, no descartándose que en el curso de las próximas dos semanas, tiempo   estimado por el Gobernador Jiménez Salinas, se estarán dando a conocer otros cambios en la zona lagunera, algunos del ámbito estatal como es el caso de la Secretaría de Desarrollo Regional que deja acéfalo el ahora nuevo tesorero.

Cabe decir,  que por demás es denso, el clima que priva más allá de los pasillos y oficinas del edificio municipal, que operan en estos días tras cerradas, herméticas puertas, pues tratan que los rumores, las  inconformidades que genera en toda persona, la expectativa de cambios o pérdida de empleo ya no digamos perdida de expectativas de crecimiento político, con ello, del ingreso familiar para muchos, anticipándose que en este singular, sálvese quien pueda.

En los terrenos del partido tricolor, el clima prevaleciente también se verá alterado sin duda, pues el Plan de Coordinación Institucional ya en marcha altera o modifica las posibles propuestas a candidatos a diputados locales, por más y que en este municipio solo sean dos personas las que correspondan, tanto al PRI, como al PAN de  signarse de nueva cuenta, su alianza.

Y a unos días de los cambios que la pasada contienda electoral del vecino estado de Durango impuso, persiste la preocupación en torno al espinoso tema de la seguridad. Si bien  en ello se señala desde múltiples espacios como uno de los factores que juegan en este caso, la operación de los miembros y dirigencias de la CATEM, y la singular forma como ejercen el sindicalismo «de nueva generación» en el espacio específico de la zona lagunera, en especial en que corresponde a la Laguna de Durango, pero cuyos impactos cotidianos se registran en la zona lagunera de Coahuila. El clamor mediático que generan tales acciones se escuchan ya en muchos ámbitos, no solo en los que estrictamente deberían abarcar, es decir, los empresariales y sus trabajadores, sino que se extienden por sus presuntos o reales relaciones «peligrosas» con ciertos miembros de la delincuencia organizada, que se expresa, en presuntos extorsiones, amenazas, cobro de piso, etc. , y ya, hasta versiones de «levas» entre jóvenes, cuyo destino dicen, es integrarlos a las filas del crimen organizado.

En este contexto llama la atención los oídos sordos que parece prestarse al tema, por parte de el gobernador de Durango Esteban Villegas, quien al parecer tales clamores «ni los ve, ni los oye». De ahí que destaque el afán casi cotidiano del Gobernador Manolo Jiménez Salinas en fortalecer la confianza ciudadana, con acciones concretas, que aseguren la seguridad física y patrimonial de la población  coahuilense, que por cierto no es ajena a los impactos que las declaraciones de El Mayo  Zambada ha hecho públicas, previo a su encierro de por vida en el vecino país del norte que así dice, por ahora.

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Author: Olga Quirarte Ramírez