Aquí Laguna.

Torreón, Coahuila. – ¡Así, o mas clarito!  El Gobernador Miguel Angel Riquelme Solis, con el peso político y la autoridad moral que le diera el  virtual triunfo electoral que su partido, el Revolucionario Institucional, que alcanzó  en la jornada del pasado domingo 6 de junio,  no se anduvo por las ramas y puso en su sitio, nada menos y nada más que a su dirigente nacional Alejandro Moreno, cuando éste no se conoce si en  opinión externada en alguna entrevista banquetera o bien producto de alguna reflexión, dio a conocer su disposición a entrar en diálogo con Andrés Manuel López Obrador, para alcanzar, en  los temas de su interés,  la mayoría calificada que éste requiere en la  nueva Cámara  de Diputados para realizar alguna reforma constitucional, toda vez que con todo y sus muy retorcidas   lecturas  que de manera pública hace desde la Mañanera,   de  los votos alcanzados por su partido, para la elección de diputados  nomás no le dan.

Palabras mas, palabras menos Riquelme Solis expreso según se publica éste día  como respuesta a la supuesta o real disposición de ”Alito” al diálogo y  alianza mencionada,   con un ”no estoy de acuerdo” rotundo al dialogo del que dice estar de acuerdo Alejandro Moreno con el Ejecutivo federal, así sea  tal presunto intercambio  ”franco y abierto”, y mucho menos ”en lo oscurito”, al tiempo que reivindica su decisión de fortalecer la estrategia oposcionista que se venia  sosteniendo a través de la denominada Alianza Federalista, por mas y que hoy por hoy,  se desconozca como quedará conformada  o no seguirá contando con  9 gobernadores, aumentara tal número o habrá descenso, toda vez que los destinos de algunos Estados gobernados por sus integrantes, cambiará de titular en los próximos meses.

El caso que  tiene como  actor principal a nuestro Gobernador hace ver, la punta al iceberg  que registra el interior de la dirigencia del priismo nacional, al mando de Alejandro Moreno, que enfrenta no solo  esa derrota, sino también la que registra al  interior del seno  familiar a través de la derrota electoral de su sobrino Christian Castro en Campeche, doblegado por la exótica  y desbordada mujer  del colágeno  Layda Sansores, sino la pírrica votación que  el otrora hegemónico tricolor alcanza en las urnas a lo largo de la historia política en este país.

En este escenario, Coahuila y el priísmo de la entidad a cargo de la dirigencia incansable y eficaz  del Ingeniero Rodrigo Fuentes Avila, destacan   los triunfos, nada fáciles por cierto,   conformados ya para  cinco de siete diputados federales y 25 de las 38  alcaldías en juego, en especial  las que registran  las cabeceras de los municipios mas grandes y poblados de la entidad, que suman conservadoramente el 78% de la población total del Estado, y mas aun, las que aun se puedan desprender tal termino de los conteos que voto por voto han  interpuesto en algunos municipios con votación altamente cerrada y cuyo computo está vigente éste mismo día en los Comités Distritales…

Estamos pues ante cambios a fondo  en la conformación de las estructuras dirigentes de la clase política nacional pues también  está bailando  en un hilo Mario -El Ojitos- Delgado, que perdió en solo una jornada electoral, por lo menos entre 13 y 14 millones de votos,  en comparación con la elección del 2018, cuando MORENA sumó 30 millones de votos a favor. Si se compara estos últimos resultados,  con el hecho de que sacar al PRI de la Presidencia de la República que tardó mas de 70 años y  MORENA  en solo tres años perdió casi la mitad de sus consensos, además de que se le esfumó literalmente el  voto  duro  de la su militancia concentrada en la ciudad capital del país, donde de la noche a la mañana, emergió,  en expresión territorial  casi física, ”el Muro del Peje”, símil del Muro de Berlin, al perder nada menos  que  9 de sus 14 demarcaciones y con ello, si  como se  pudiera valorar en serio la clase social  de los votantes así divididos, que el consenso que le diera la clase media y no solo el voto ”de los pobres”…

En la Laguna, los resultados sujetos aun a un análisis sereno  luego del cese de la euforia de los triunfadores y de la tristeza de los perdedores en ésta jornada electoral dominical, habrán de generarse muchas lecturas, entre  teóricos  de café y analistas mas sesudos, pues ahora  solo se buscan los ”culpables” de las derrotas, pues ya se sabe que éstas son huérfanas, y en el caso de los triunfadores, pues les  abundan progenitores, que  desean  hoy solo ser parte del convite de la victoria.

Sin duda los  números que MORENA  exhibe, no logró  arrasar  ni tan solo con la pretensión de ser la nueva reencarnación   de López Obrador. Así vimos en Torreón que la desmesura, la ambición exhibida por Luis Fernando Salazar Fernández,  desbordó  las posibilidades  que se pensaba  tenían tales siglas para alcanzar una alternancia  rumbo ”a la izquierda”  de una de las ciudades mas conservadoras del país, como es el caso de Torreón. Y no solo acabó con el sueño guajiro de Luis Fernando de dar el salto mortal, sin liana protectora que significó  pasar de ser   artificiosa figura icónica de la ultraderecha confesional de la región,  al extremo ideológico del populismo, que no izquierdismo de MORENA; quedo despanzurrado en tal intento. Y no solo eso, también se llevó de encuentro  la trayectoria profesional y personal de su progenitor, que le entró con ganas al   juego del tio Lolo y   ya no se diga la derrota que registra el hijo pródigo de la Laguna, es decir, el ”politólogo”  Antonio Attolini Murra, que quedo por éstas tierras,  cual botarga desinflada,  triunfo   con el que  se alzó el Licenciado José Antonio Gutiérrez Jardón, contra todos los pronósticos previos y una vez que en votación lanzó a un  penoso tercer lugar al otrora mítico Jorge Zermeño  Infante, que no pudo con todo y ejercicio de la alcaldía a lo largo de casi  cuatro años, sacar adelante una nueva elección a su favor y se llevo con él, a Marcelo Torres Cofiño.

Por cierto, voces al interior del panismo, dicen que estarán  exigiendo la remoción  de la actual dirigencia estatal del PAN en Coahuila,  con Jesús de Leon Tello al frente, y quien suma las   derrotas en las tres ultimas elecciones registradas en Coahuila y con él también,    la remoción como consejero aúlico del citado perdedor y que figura como ”líder moral” de los blaquiazaules  Guillermo Anaya, por considerar que luego de 25 años en el candelero a sumando cargos y billetes ambos, deben de irse ya a disfrutar ”de lo ganado” y dar paso a una renovación a fondo de las filas del panismo en la Laguna…

Entre el priismo en la Laguna, pero en especial en el de Torreón, la noche del pasado domingo, se vivieron momentos de euforia, pues ya se sabe, que nada, pero nada se parece a la victoria y así  lo vivieron los siempre incondicionales  militantes de este viejo partido, que demostró y mostró que tiene aun con que ganar elecciones, aquí, en la Laguna y en Coahuila también,  además que  el ganador, Román Alberto Cepeda González,  que con una campaña por demás austera, con no muchas innovaciones, incluso ”silenciosa”  alcanzó sumar mas de 30 mil votos de diferencia a su favor con respecto a su mas cercano competidor, a su victoria ya le están apareciendo muchos ”padres” que dicen portar ”facturas”  con las que pretenden cobrar su apoyo y participación, y que deberán expresarse en la conformación del equipo de trabajo, que  se le vera la  cara, quizás allá a finales del diciembre de este mismo año, así que las presiones para colarse al aparato de poder   del renovado prisimo está aun por verse, por lo que sería mas que recomendable que Cepeda González, saliera desde ahora por ahí, de vacaciones,   para que tome distancia y genere el mejor equipo de trabajo que incluya,  los mejores hombres y mujeres del municipio, que los hay…

Y con muchos temas en el tintero,   no debemos olvidar que el Virus del Covid-19 aun pulula entre nosotros. ¡A cuidarnos todos!

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Author: Olga Quirarte Ramírez