Torreón, Coahuila.- En el marco del Día Internacional de la Prevención contra el Suicidio, que se conmemora el día 10 de septiembre, la comunidad de la Universidad de Coahuila pudo contar en su víspera, con una conferencia celebrada en el Auditorio de la Facultad de Contaduría y Administración a cargo del Comandante, Mario Alberto Barraza Carranza, Titular de la Unidad de Prevención contra las Adicciones y el Delito de la Dirección de Seguridad Pública en este municipio.
El tema del suicido levantó el interés de los jóvenes universitarios, que escucharon la disertación del funcionario municipal, que advirtió a sus escuchas que, “el suicida no quiere morir, solo pretende con un acto de tal naturaleza dejar de sufrir”.
Citó luego las diversas concepciones que, “el suicida ha tenido a lo largo de la historia, y que en la Roma antigua se calificó el homicidio de si mismo, un delito contra el Estado y los Dioses, por lo que negaba sepultura a quien incurriera en el mismo”.
“En el transcurso de los siglos, el suicidio tuvo diversas calificaciones aportadas desde la religión y la fe, como sucedió en la Edad Media, donde se consideró a este atentado contra si mismo delito del mutilando el cuerpo de quien se quitara la vida, para arribar tras otras muchas interpretaciones a la actual que valora tal decisión como un conjunto de muchos actores incidiendo sobre un individuo. Elementos, que son la mayoría atendibles de detectarse a tiempo”.
Se estima que en el mundo, cada año, se registra una cifra de 700 mil suicidios anualmente, si bien tras de esta cifra, los expertos estiman que se registran por lo menos 20 tentativas fallidas atrás de cada suicido que se consuma.
De ahí la importancia, se indico a los jóvenes, de la población que se encuentra entre los 15 y los 29 años de edad, es donde se registra la mayor disposición a cometerlo, de ahí que en tal población afectada, se establezca la importancia de “romper su silencio” como paso inicial de la prevención.
Recomendó el exponente, que dejar de lado, de modo alguno a persona que exprese su deseo de quitarse la vida, “que puede estar ya incluso en el periodo de planeación de su muerte, y tener la disposición de provocar su confidencia, a través de mostrar un genuino interés en tal persona y no considerar tales expresiones como algo sin importancia, pues se puede estar ante una depresión, de una enfermedad mental, etc., si bien el suicido obedece a múltiples factores”.
Entre estos, citó el que corresponde a factores sociales, “que se expresa en el rechazo social recibido, a abuso escolar y en los tiempos que corren a que se registra a través de las redes sociales con el ciberbuling”.
No dejó de señalarse, como factores concomitantes en el tema, como lo son la violencia en el seno familiar, el abuso sexual y el silencio con el que este se soporta, por miedo, considerando que un alto porcentaje de ese abuso es cometido por familiares cercanos.
“Otros factores , lo constituyen en el potencial suicida, la pérdida de empleo, los bajos salarios, no practicar rutina deportiva alguna, y mas aun cuando apenas se sale de la pandemia que generó un aislamiento generalizado, que llevo al estrés, a la ansiedad y la depresión”.
Mencionó en este marco, el valor de la resilencia, como valor importante en el blindaje emocional contra el suicido, así como otros factores de tal protección, citando los de orden social, “a través de las amistades, la familia, la religión y la espiritualidad, y otros de orden ambiental, como lo son el sentido de pertenencia, los buenos hábitos personales”.
No dejo de mencionar el ponente, las señales de alerta que emite un potencial suicida, que son observables, citando entre estas, “primero la expresión o manifestación del deseo suicida, la pérdida de interés, por los amigos, dificultad para concentrarse en alguna actividad, pérdida de hábitos dolores de cabeza constantes, fumar, consumir bebidas alcohólicas, pérdida o por el contrario exceso de sueño”.
Recomendó a los oyentes diseñar su propio plan de seguridad contra el suicidio, que incluye el ser sujetos productivo, desarrollar habilidades, practicar algún deporte, hábitos de higiene, cuidado de la alimentación, y períodos de descanso.
Finalmente recomendó a los jóvenes oyentes, a interesarse genuinamente en los demás, en sus compañeros y saber detectar cualquier señal de riesgo, pues afirmó que, “un simple gesto de empatía, de apoyo, puede salvar una vida”.
Dio a conocer que cualquier persona que detecte, o bien a persona alguna atravesando tal camino, puede llamar al Teléfono 911 donde recibirá a apoyo y será canalizado para su atención profesional que amerite su caso o bien al 800 7223737.