Aquí Laguna.

¿Maximato? Y vaya, la historia esa maestra, de nueva cuenta  revela su vigencia en los tiempos que corren en este suelo mexicano, que al menos literariamente, nos  hace volver los ojos a nuestro pasado,  trayendo al cuento, episodios de la vida pública nacional, registradas -toda proporción  guardada-, y  desde muchas perspectivas, del  elevado arsenal literario   que ha generado    la convulsa historia   del Siglo XX,  en especial  sus primeras décadas, las ocupadas por el fragor revolucionario y luego la pacificación y  el acuerdo político para el reparto del poder con el que se transitó la mayoría del siglo citado, y en estos saldos,   se generó también  la conseja, la jiribilla con la  que «el pueblo sabio»  percibió y  registró el clima correspondiente. En este se inserta el famoso «Maximato» período bajo el cual, la sombra, el dominio  que  de manera metalegal ejerció al término de su mandato el Presidente Plutarco   Elías Calles  sobre por lo menos tres de sus sucesores,  Emilio Portes Gil, Pascual Ortíz Rubio y  Abelardo L. Rodriguez,  acuñando aquello de que «Aquí,  vive el Presidente, pero el que manda, vive enfrente», hasta que llegó el Presidente Lázaro Cárdenas,  y de tajo  eliminó el callismo en su gabinete y envió a  Elías Calles al exilio.

Toda proporción guardada en tiempo y  condiciones que se viven en México,  cuando ya se recuerda, se exhuma  casi  tal recuerdo   de tan  oscuro  período de la historia política y social, y si bien ya  sabemos  que el axioma de que «la historia no se repite»,  pero ya está en marcha    la percepción, que de buena o mala fé, según se vea, de que  pudiera  darse la tentación de  repetir tal  deformación del ejercicio del poder que el pueblo  otorga a través del voto al  titular del Poder Ejecutivo en este país, es decir, no hay dúo que valga y este es sin duda,  uno de los retos que  enfrenta  ya  la  Presidenta Electa,   y solo habrá de lograrlo con hechos,  pues además, carga con el reto de demostrar a tirios y troyanos que una mujer pueda ser una  titular del Poder Ejecutivo Federal, que no necesita, como dice también le pueblo, «vejigas para nadar» y   obvio, mucho le ayudará el Presidente López Obrador,  poniendo   de manera por demás discreta, distancia y respeto al cargo que a partir de  octubre, no ejercerá nunca más, por muy tentador  que  le resulte. De ahi que   cual si estuvieran cubiertos de teflón, o de votos, según sea el caso,  los tendremos a ambos en gira, por Coahuila, Tamaulipas, etc., para empezar.

En Coahuila según se dio a conocer, ambos estarán visitando la exhumación de los cadáveres de los mineros fallecidos, hace muchos años ya en Pasta de Conchos y El Pinabete, cerrando para los deudos de estas personas  un larguísmo  periplo de dolor y desesperanza. Ojala que    también dediquen  las intenciones  a la búsqueda de los cientos miles de desaparecidos, en el pais, «enterrados»  muchos, pero muchos en el olvido, por no citar el caso mas emblemático, que resulta ser  los jóvenes estudiantes de Ayotzinapa.

De  no ser así, ya estamos viendo, a solo días de  las elecciones como se encuentra por ahora la volatilidad de los mercados financieros nacionales e internacionales -solo hoy el peso se depreció  frente al dólar   18.74 -, cuando    nuestro Presidente y la Presidenta Electa,  por separado y al unísono  reiteran que el Plan C «va» es decir, por   el tiempo perentorio con el que quiere alcanzarse   su contenido, en el que destaca  la reforma del Poder Judicial, poco o nada dará para que  al proyecto se discuta a fondo, en especial  eso de que  los Magistrados  sean  sujetos a elección popular y con ello la Suprema Corte de Justicia  resulte ser, vaya Usted a saber, que «margallate» de  integrantes, sujetos al vaivén de los intereses políticos que obvio, entrarían en juego. En fin, este tema apenas está en marcha.

Oh «sorprais», la que dio   el candidato perdedor  en la pasada elección de alcalde  del municipio de Torreón Shamir  Fernández, emprendió los trabajos  judiciales para impugnar  el triunfo del candidato de la Alianza por la  Seguridad, el Licenciado Román Alberto Cepeda González, que se llevó 175,138 mil votos a favor de los 375,258 que  llegaron a las urnas. Las causas de su acción argumentada, primero ante la titular del Instituto Electoral Municipal, Maria Elena Calderón le dio el curso correspondiente, si bien se antoja difícil que logre remontar, para empezar la votación   en contra,  que sumó mas de 27,000 votos, pero diremos que Shamir y sus simpatizantes  están  en su derecho,  asi quizás logre practicar  sus conocimientos  de Derecho, del cual es un profesional y de los cuales poco se sabe que los  haya ejercido, pues estaba cómodamente instalado como  Notario Público en los ratos  libres que le dejaban sus actividades partidistas  tanto en el PRI, cuando era  destacado, consentido militante y ahora  en MORENA.

En tanto, el Gobernador Manolo Jiménez  Salinas,  retoma de cara al público  las actividades inherentes a su cargo,   un tanto restringido por las disposiciones legales que impone el Código Electoral  que tanto  a nivel federal como estatal  durante  el  período    que impuso la renovación de  numerosos cargos de elección popular. Y anunció desde Saltillo capital, esta misma semana, que  estará reestructurando diversas Secretarías que forman parte del organigrama de  su administración.  Y que bien que lo haga, pues la atención a esta tarea,  en los tiempos  que corren resulta indispensable, pues si se recuerda hace ya por lo menos  tres   administraciones  estatales -todo el moreirato y sucesores-,  que  muy poco se modificó el  esquema bajo el cual éstas se desarrollaron.

Y en el que sin duda, habrá de  incluírse en tal proyecto  el uso   de las nuevas tecnologías y otras herramintas  para alcanzar   adecuada modernización  para que Coahuila esté a tono con los tiempos en estas materias. Sin embargo, tal anuncio «descuadró» a  más de  un funcionario y empleados de todo nivel que  sufren de alteración de su sistema nervioso, pues «mueve» las expectativas laborales, caras a cualquier ser humano. Con ello  el Gobernador  Jiménez Salinas, quien arrancó su  administración con la cautela y la prudencia que  impuso  las condiciones  políticas de orden nacional y económico que registra el Estado  en esta transición de régimen federal   emerge ya mostrando lo que  será su estilo personal de gobernar, que lo distinga en los hechos como el renuevo generacional, pues con todo y que el mapa político estatal no es de «carro completo»  de su partido y aliados,  conservó  en lo general el número de  votos que lo llevaron a ocupar su cargo  de gobernante, amén que  hay vida  y futuro político para quienes perdieron en esta contienda.

Igual pasa en estas tierras, en Torreon donde el alcalde Román  Alberto Cepeda González, anda todavía sobre nubes, pues ahí lo tiene colocado  su prolongada euforia que le generó el triunfo en  las urnas y en donde  muchos de los trabajadores y  jefes de   direcciones y departamentos de la administración que preside esperan  le dure tal vuelo, pues saben de las decisión del alcalde reelecto,  de cobrar cuentas a quien  pueda probar deslealtades y que laboren en tales espacios.

Por lo pronto resulta urgente retomar el paso y trabajar a fondo en las problemáticas que  plantea a la ciudad, el tema del transporte público,  finiquitar también el proceso de licitación de  las nuevas concesiones del servicio de taxi, mayor atención a la problemática que plantea la escasez de agua, con todo y  la panacea  derivada del famoso Proyecto de Agua Saludable para la  Laguna, pues  no hay gestión conocida para la búsqueda de recursos internacionales, para la red de distribución  que  se requiere  y trabajar aun más en proyectos de largo aliento como lo son el denominado proyecto del Centro Cultural del Norte,  así como la  convocatoria para la construcción y concesión de una nueva Planta Tratadora de  Aguas Residuales. No todo es la eternizada rehabilitación  del Paseo Colón, con todo y lo bien que se encuentra.

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Author: Olga Quirarte Ramírez