LA NAVIDAD.

Por Fernando Rangel de León

Esta época ha inspirado a grandes pensadores a través de la historia a
escribir cuentos sobre la Navidad, como Ignacio Manuel Altamirano, quien escribió
“Navidad en las montañas”, en la que narra sucesos acaecidos un 24 de
diciembre, en un pueblecito; describiendo el lugar, exaltando el papel del cura,
enalteciendo la labor del profesor, ensalzando el desempeño del alcalde, y
narrando el amor accidentado de un joven y una muchacha.

Describe los valles, las montañas , los bosques y el maravilloso paisaje de
esa región del estado de Guerrero, horas antes de que se ocultara el Sol, del día
de la Nochebuena, sumamente fría; que le hace recordar su inolvidable infancia en
navidad, con su familia, los nacimientos, las misas de gallo, los pastores, los reyes
magos; el desprendimiento de su familia siendo un adolescente trasladado a la
ciudad (seguramente Toluca, en donde conoció a Ignacio Ramírez “El
Nigromante”, y estudió en el Instituto Científico y Literario, gracias a una beca que
éste le otorgó), y de regreso a su pueblecito siendo ya un hombre conoce al nuevo
cura, que es distinto a los anteriores, considerándolo un “demócrata o discípulo de
Jesús”; porque enseña el evangelio con el ejemplo; con lo que se gana el cariño
del pueblecito; no como los anteriores que explotaban la fe, la ignorancia y el
fanatismo de los creyentes; y ve que el maestro y el alcalde, son igualmente
progresistas.

Es que ya el laicismo y las ideas liberales de la Reforma, cuando
Altamirano, escribió “Navidad en las montañas”; empezaban a dar sus frutos en
los profesores, y en los curas de la época, y la sociedad estaba cobrando una
nueva conciencia social.

La navidad narrada en esta novela es tan propicia para el amor, que hasta
hizo posible que una muchacha y un joven reclutado en el ejército a la fuerza,
recibieran la aprobación de los padres de ella y el beneplácito del cura para casarse, teniendo como testigos al profesor, al alcalde, y al pueblecito; que festinaron el matrimonio precisamente en una navidad en las montañas.

Han transcurrido 147 años de que Ignacio Manuel Altamirano, escribió
Navidad en las montañas; y hasta nuestros días la navidad sigue siendo propicia
para el amor, como se relata en este cuento.

Otro que se inspiró en la Navidad para escribir sobre ella, fue Charles
Dickens, pensador inglés, que en sus famosos “Cuentos de Navidad” sacó a flote
vivencias infantiles, familiares, de pobreza y de desigualdad social, que refleja en
sus personajes como Ebenezer Scrooge, que había perdido a su único socio
Jacobo Marley; por lo que era un huraño a quien no le agradaba nada, y menos la
navidad; en la que seguía trabajando con su escribiente Bob Cratchit; y en una de
ellas se le aparece el fantasma de su difunto socio Marley, quien le dijo que estaba
allí para hacerlo recapacitar de cómo vivía, porque ahora él tenía que sufrir por la
vida que había tenido anteriormente, y que en las siguientes noches vendrían a
visitarlo tres espíritus.

En la primera noche llegó el espíritu de las navidades pasadas, que lo llevó a
donde había crecido y vivido navidades pasadas cuando trabajaba de aprendiz en
una tienda, y le hace recordar a su hermana que quería mucho.

En la segunda noche llegó el espíritu de las navidades presentes que le mostró
la alegría por los preparativos de la cena de navidad, y cómo la disfrutaban en la
casa de su escribiente Cratchit, en donde lo vio feliz con su familia a pesar de que
eran pobres.

En la tercera noche llegó el espíritu de las navidades futuras, mostrándole que
en la calle se hablaba no con tristeza de un muerto, pues en vida no había sido
muy generoso, y que era el mismo Ebenezer Scrooge, de quien se estaban
vendiendo todas sus propiedades.

Al despertar Scrooge se dio cuenta que todo era un sueño; y a partir de allí, en
la realidad, se volvió sociable, y al día siguiente aumentó el sueldo a su trabajador
Cratchit, y fue generoso con todos.

¡Ojala todos fuéramos los nuevos Ebenezer Scrooge!
¡Feliz Navidad!

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Author: aquilaguna